Actividad de ciencias en nuestro huerto

 Para trabajar la parte de ciencias naturales hemos decidido hacerlo de una manera práctica, visu    al y sobre todo activa, que es como mejor se aprende, y para ello vamos a llevar a cabo la creación de un huerto.

Las próximas sesiones las dedicaremos a la elaboración de nuestro propio huerto, donde trabajaremos aspectos como:

-¿Qué necesitan las plantas para sobrevivir?

-¿Qué plantas son las mejores para plantar en nuestro huerto para que puedan desarrollarse lo mejor posible?

-¿El sol tiene que ver con el crecimiento de las plantas?

-¿Cómo debe ser el suelo para que las plantas se puedan desarrollar correctamente?

Estas y muchas otras más son las que trabajaremos con este proyecto para que los niños aprendan un poco más acerca de la naturaleza y las plantas.

Primer día del huerto

Para empezar, en clase comentamos qué clase de plantas serían las mejores para plantar en nuestro huerto, ya que nos encontramos en una zona algo seca y al no disponer de riego automático tendremos que regar nosotros el huerto con lo que elegimos varias plantas características del clima mediterráneo para que soportaran bien las temperaturas y la sequía.

Una vez decidimos cuáles iban a ser, bajamos al huerto del colegio y nos pusimos manos a la obra.

Hicimos una lluvia de ideas para ver en qué lugar iba a ser mejor hacer la plantación del huerto, ya que la zona que teníamos era bastante grande y se dividía en distintas zonas con 2 tipos de suelo, uno arcilloso y uno arenoso. Los niños llegaron a la conclusión de que hacer el huerto en la zona arenosa no iba a ser buena idea ya que apenas retiene el agua, hicieron un símil comparándolo con el suelo de un desierto. En contra posición acordamos que los suelos arcillosos no se secan tan rápido y contienen mayor cantidad de nutrientes. Efectivamente, este tipo de suelos son pesados, no drenan ni se desecan fácilmente y contienen buenas reservas de nutrientes.

Una vez delimitamos dónde queríamos hacer el huerto, despejamos la zona quitando alguna mala hierba que había e hicimos varios agujeros, en los cuales pusimos las semillas.

Hicimos 4 líneas de cultivo,  en cada golpe pusimos tres semillas y un total de 10 golpes por línea con una separación de 35 cm cada una y luego una separación de 70 cm entre cada línea de cultivo. Para aprender cómo afecta el agua en las plantas, establecimos que las 2 primeras líneas serían de control en las que le echaremos la mitad de agua que las otras 2, para ver qué ocurrirá. 

Este es un pequeño croquis del huerto de nuestro proyecto, son 4 líneas de cultivo, siendo las 2 primeras de control que tendrán la mitad de agua y las otras 2 líneas tendrán el doble de agua que las 2 primeras.

croquis del huerto

Tras finalizar con el huerto

Ya pasaron varias semanas tras el comienzo de nuestro proyecto y aprendimos muchas cosas mediante la experiencia. Pudimos observar como los 2 primeros controles que tenían la mitad de agua, tenían las flores algo menos erguidas y la cantidad de flores también era menor. Con lo que los niños aprendieron que es necesario que las plantas tengan el agua suficiente para su correcto desarrollo, ni poca agua pero tampoco en exceso, ya que les dije que en la última fila le echaran el doble de agua de lo normal y muchas de las plantas de esa fila desarrollaron clorosis por un exceso de agua y los propios alumnos observaron el color característico amarillento de la clorosis en esa línea de cultivo, aprendiendo lo importante que es que las plantas tengan la cantidad de agua necesaria.

También, una línea de control la plantamos debajo de un árbol que había en el huerto para que les diera menos el sol y los niños pudieran ver qué ocurriría y cómo se desarrollarían. Llegamos a la deducción de que es necesario que las plantas tengan una correcta disposición para que les de el máximo de sol posible a lo largo del día, ya que esa línea de control era la que más plantas de menor tamaño y desarrollo tenía y todos llegamos a la conclusión de que no era coincidencia, tenía que ser por el lugar donde fueron plantadas y por la menor cantidad de luz solar que recibían.